jueves, 3 de febrero de 2011

Iceberg


     La inspiración es esa fuerza mágica, invisible y tangible que nos mueve, que nos transforma, que nos hace redescubrirnos. Es algo vital, porque sino inspiras aire, mueres, porque si no inspiras, la gente que te acompaña muere y porque si no te dejas inspirar, algo de ti muere a cada instante, a cada paso. Quizás sea lentamente, quizás no queremos percibirlo, pero necesitamos vivir cada momento para seguir vivos de una forma auténtica y no sólo de forma figurada.
     Tal vez una comida, puede que una mirada, un puesta de sol, un cielo estrellado, quizás una crisis, un libro, unas palabras, un abrazo..., puede ser una mirada, un llanto o una sonrisa. A lo mejor, si tienes suerte, sean tus amigos, las personas que te acompañan cada día, los que te inspiren.
     Cuando eso ocurra, no lo dudes, pasa a formar parte de ese instante, quédate quieto, deja que la inspiración te atrape, deja que pase a formar parte de tu ahora y después corre, corre a poner en marcha ese proyecto, ese escrito, ese viaje o ese sueño. No dejes que caduque, no dejes que se pudra, aunque sólo sea para dar las gracias, pon tu alma en ese baile invisible que la vida te brinda.
     Mucho más allá de lo que vemos, en las profundidades de nuestro propio océano, el hielo que nos envuelve irradia una luz especial y existe porque un día será descubierta. Hoy sólo quiero decir gracias, gracias a esas personas que me permiten ver a través de las aguas, mucho más que la punta del iceberg que muestran cada día. Gracias por el valor de descubrirse, por devolverme el reflejo de la pasión que las mueve, por permitirme también, compartir la parte de mi iceberg que habitualmente no muestro pero de la que soy consciente. Gracias por darme la oportunidad de vislumbrar la parte de mi iceberg de la que aún ni si quiera soy consciente. Gracias porque hoy, el tiempo se paró de nuevo y pude quedarme muy quieta, para después correr a estrellar sentimientos sobre un papel en blanco e inspirar un poco la vida que merece la pena.