sábado, 12 de marzo de 2016

Golpe de conciencia


Y de pronto... Adios "estupidez", bienvenido "golpe de conciencia".
Admiro a esas mujeres y a esos hombres (bueno, la mayoría de las veces son mujeres) que se adentran a la verdad profunda que se aloja en nuestro interior, esperando a ser descubierta. Admiro el valor que muestran para mirar el dolor de frente y hacer algo sanador, loco-coherente, necesario... no sólo para ellas, sino para cada ser humano, cada ser vivo, incluida la propia Tierra.
Ya escribí demasiadas veces estas palabras, y aún así me faltó el valor una y mil veces para no olvidarlas...
Demasiado dolor, demasiado sufrimiento absurdo en este mundo para seguir viviendo el día a día sin otorgarnos consuelo. Nuestra única obligación es seguir nutriendo la vida que nos fue entregada, y si de nutrir se trata, no cualquier alimento vale.

A veces, las palabras nos acercan a la esencia.