miércoles, 26 de noviembre de 2014

NO ME FUI PORQUE SIEMPRE ESTAMOS

Dos años, han pasado casi dos años y de alguna manera, sólo de alguna manera, ya no soy la misma. He cumplido algunos sueños, he reído, he llorado, he perdido gente en el camino y he recuperado a otros que creía perdidos, he cometido errores, me he quedado dormida a veces y otras he querido ir demasiado rápido. He ayudado a personas, puede a que a las mismas que también a veces he hecho daño, he amado y he entendido más profundamente y también a ratos he sido más superficial que de costumbre. Supongo que esto es la Vida, un vivir que nos permite recordar quién somos a cada instante. 
Sea como sea, me siento bien, percibo como se ha caído un velo que obnubilaba parte de mi camino y las ganas de escribir regresan a mi vida y eso para mi siempre es muy buena noticia. Estoy por minutos, por instantes, recuperando la energía que invertí en personas y situaciones que no merecían tal esfuerzo y la claridad y la vitalidad que sacan a la luz la mejor versión de mi misma vuelven a renacer con fuerza. 
Sea como sea reconozco de nuevo esa parte que siempre ES, que siempre ESTÁ, que refleja mi parte de la VERDAD, aunque tarde casi 2 años en volver a atreverme a mirarla cara a cara. Sólo me queda decir ¡BIENVENIDA!¡GRACIAS! y que ahora sé que nunca me fui porque en lo más interno siempre estamos.
AHO METACUYE OYASIN.