lunes, 20 de agosto de 2012

Esperando un milagro

     Aparece un nuevo día en el horizonte de tejados y antenas y nos pilla observándolo, esperando que traiga un milagro en el que creer, con el que levantarnos y seguir caminando.

     Silencio...
     Milagros que traigan risas y movimientos ligeros a tu enojo, milagros que traigan calma y aliento a la esperanza, milagros que saturen tus sentidos y te haga traspasar muros construidos y barreras autoimpuestas.
     Milagros para encontrar milagros en cada voz y en cada tiento. Milagros en respiraciones que ponen en marcha el nuevo mundo que llega...
Gente en las calles, corazones unidos, palmas al aire, pies en la tierra, manos sinceras, miradas profundas, abrazos encontrados, miedos disueltos...
     El hombre en busca de su sentido deja de esperar el milagro y enciende al fin la chispa del milagro que le espera a él (que le está esperando).



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