sábado, 10 de diciembre de 2016

Sin patria, sin bandera y sin dueño


Rebelde redimida, aparta el miedo escrito en tus venas, sueña grande, vive libre, corre hasta que tu alma te detenga. Respira hondo, baila lento, grita alto, susurra dentro.
Que tu tope sea la tierra que tu raíz penetre el cielo. Escribe sin filtro, ama sin tiempo, escuha el latido que trae lo vivo y el mundo naciendo.
Guerrillera sin armas, mujer sin complejo, libera el sistema del que es cómplice tu cuerpo. Reza el instinto, blasfema el surco donde siembran tus cadenas, rompe tu espejo.
Eres más de lo que crees, eres menos que tus versos. Radical en lo que anhelas, directora del teatro que expresan tus retos.
Te quedaste sin palabras cuando llegaste imponiendo, bienvenido sea entonces todo lo que trae silencio.
Desde las cenizas resurge el respeto que te tengo, floreciendo al encontrarme cara a cara lo que siento.
Sin sentido, doy sentido a lo que me va fluyendo, completando pieza a pieza el puzzle  de lo más pequeño.
Perdonen las molestias que trae a veces nuestro encuentro, pero no conozco otra manera de sanar el desconsuelo y la alegría de caminar por esta Tierra, sin patria, sin bandera y sin dueño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Maris,

"Sin patria, sin bandera y sin dueño"

"Ni amo, ni estado, ni partido, ni marido... mi cuerpo es mío"
https://www.youtube.com/watch?v=x-Pgwldfx8U

bz
Víc