lunes, 16 de mayo de 2011

MIRADA PROFUNDA AL INMENSO VACÍO. SIN MIEDO.
¿Cómo transmitir la pasión y la emoción que pone en marcha la maquinaria de nuestra alma? ¿Cómo encontrar el botón o la llave que difiere en ti y en mi, pero que en esencia son lo mismo?
Confío en llevarte conmigo en estos momentos de revitalizante soledad, y que esa parte de ti que me acompaña pueda alimentarse a la par que yo, de mi respiración y del horizonte que se descubre ante mis ojos.
Voy dejando caer sensaciones que no elegimos pero que nos acompañan. Van transcurriendo Km sentada en este autobús que se me antoja un paréntesis en el tiempo y en el espacio, y así, despacito, el mundo se va desnudando ante mi sueño, sin miedo.
Acompáñame, el latido nos espera. Nuestros pasos son como un tambor sobre la tierra, activando su pulso, armonizando sentimientos. No atrapemos nuestra risa en el bostezo de estrellas derramadas que murieron muchos relojes de arena atrás. No dejes que me duerma, quiero despertar la piel y los sentidos. Por favor, no adaptes tu magia a ningún perfil esperado. No encajes. No aceptes. No te rindas. No mires el mundo desde la ventana. No estudies los libros adecuados ni escribas lo que quieren leer. No hasgas lo que espero. No quieras estar seco cuando toque derramarse. No te vistas cuando vengas a verme. No permitas que me crea mi papel.
Acompáñame más allá de nubes, límites, fronteras, miedos o expectativas. Tengamos el valor de andar el Camino. AHO MITACUYE OYASIN.