jueves, 13 de enero de 2011

Lluvia

Hoy, mi historia no tiene principio y tampoco tiene final… pretende ser simplemente como una gota de agua que encierra el código de la vida en sus entrañas. Sólo existe en un instante vacío, cuando la Tierra deja de girar y las aves detienen su aleteo, sólo entonces descubro su sentido.
Camino sin moverme mientras gotas de lluvia corren por mi rostro despierto. Canto silencio bajo el suave viento de esta tormenta de verano, me dejo inundar, ahogar, seducir, me dejo transformar y paso a ser parte del mundo.
Esta lluvia une fronteras, limpia caminos, recuerda suspiros y renueva compromisos. No sé quién eres y tampoco sé quién soy, pero sé que formamos parte del mismo agua que recorrió nubes, océanos, valles; que resbaló como sudor en tu frente, que fue sangre en las batallas y que fue bebida siglos atrás por aquellos que entendieron el Universo.
Estás cerca aunque no te vea y por eso respiro, respiro, respiro. Inhalo despacio este tiempo de belleza y dejo de buscarte en los charcos y arco iris, dejo de buscarme en esa flor que valiente abre su cuerpo… dejo de hacer y de ser y simplemente amo. Amo esta gota de lluvia infinita, sin principio ni final… en mi historia.