¿"Uno puede vivir como quiera"?¿"No hay nada que se lo impida"?
Estas frases son a la vez afirmación y pregunta. ¿Qué me impide vivir como quiero? Si la respuesta "no hay nada que me lo impida" es cierta, y a la vez, no soy capaz de hacerlo, debo reconocer que me encuentro ante un laberinto cuya salida no es evidente pero que sin duda existe.
Para resolver el acertijo, puedo correr y moverme sin parar hasta que quizás, casi por suerte me tope con la puerta que busco o, tal vez, pueda parar y dejar caer expectativas, prejuicios, miedos y sueños, los cuales conforman los muros de ilusión que nos aprisionan... y así, libres, cruzar la salida que esperaba ante nuestros ojos.
1 comentario:
Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas
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