Silencio

Hay muchos momentos en los que una persona guarda silencio pero sólo hay dos razones para hacerlo: unas veces es por sabiduría y otras por cobardía.

Soy

Soy también la Anciana que me acompaña, que me guía, que ya vivió lo que viví, lo que vivo y lo que viviré. Y tiene otra calma y otra Paz en su mirada, en su canto y en su espíritu que me habla, me guía. 

Soy la Guerrera y la India con los cabellos adornados con trenzas y plumas.

Soy la pinturera de color y la que agradece y confía porque sabe que el diseño es perfecto y está en las mejores manos. Ese Poder no se impone pero es insondable y lo penetra y transforma todo. No sabe del dolor ni del error, sólo de la Conciencia. 

Somos galaxias ardiendo

Aquí estoy, mano a mano, boca a boca, somos galaxias ardiendo en un horizonte lejano, en cafés cotidianos, descubriendo por primera vez una danza que ya soñamos en madrugadas eternas que perdimos cualquier instante.

Y te amo en rincones inexplorados de un alma peregrina, que sólo caminando descubre su sentido.  El sol da paso a la noche y mientras todo se apaga fuera algo se empeña en brillar dentro.

¡Despacio! no quiero aplastar los brotes tiernos naciendo, la calma volviendo, el silencio acunando. Respiro y sólo puedo decir GRACIAS, porque a pesar del posible y aparente caos, veo el orden, el diseño y el arte, creando, cuidando, guiñando.

Despacio, sin prisa, saboreando este instante, lleno de nada, vacío de todo... donde una vez más puedo sentirte de nuevo.

Re-conectando

La descodificación de las propias creencias duele, se sienten agujetas de haber mantenido tantos años una postura fija y volver ahora a movilizar estructuras profundas del Espítiru, a mirar con nuevos ojos, a sentir con nueva alma, a caminar con otro ritmo, a dar calor a un corazón con rincones congelados y a volver a ponerte en manos de la Vida y simplemente confiar en sus diseños.

Todo esto duele y a la vez reconforta porque ese nuevo estado lo pensé, lo soñé, lo pedí a gritos y también en silencio y por eso, estoy agradecida