Ahora que acabo de ver la película de "la Playa", y la dualidad y la locura que se mantiene entre un grupo de personas por seguir conservando su paraíso... no puedo evitar plantearme ¿cuál es la dualidad y la locura que mantenemos por seguir conservando nuestro paraíso particular? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a mirar hacia otro lado? ¿Cuál es el precio que estamos dispuestos a pagar? ¿Cuánto vale una vida humana? ¿Y el amor? ¿Y la compasión?
Nuestro paraíso... Ese paraíso es personal, mental, emocional y social. Se llama occidente, cultura, tecnología, ocio, consumo, éxito, importancia personal, placer, satisfacción, comodidad, rapidez, razón, dinero.
Ese paraíso está en nuestra mente, en nuestras calles, en nuestros coches último modelo, en nuestra preciosa casa llena de lujos que amablemente compartimos con el banco, en nuestra pareja cumpliendo los estandartes de la belleza perfecta, en la marca de nuestra ropa, en nuestro nuevo móvil con conexión a internet...
Algunos creen que su paraíso espera tras la muerte, otros que está aquí y ahora, otros que ni siquiera existe. Aún así todo ser humano lo busca, lo construye o paga el precio necesario para mantenerlo, pero ese paraíso no está fuera.
El paraíso perdido está dentro, en cada uno de nosotros y no hay precio que pueda comprarlo, ni forma de dominio que pueda conquistarlo.